Un broche de plata y dos pájaros sobre una rama formando una escena muy cotidiana. Los pájaros son criaturas inalcanzables que quedan forjadas desde la infancia en la memoria de los niños, para formar parte de nuestra vida y de nuestros sentimientos para siempre.
Esta composición recrea una pequeña historia: una pareja de pájaros enmarcados por ramas y hojas, rodeados de abundancia, frescura y frutas silvestres.
Se trata de un bajo relieve, en el que he jugado con varios planos. El pajarito de la derecha ocupa el primer plano, pero al dirigir las cabezas y sus importantes picos, unos frente a otros, consigo que exista una relación íntima entre ellos. El dibujo de las ramas les cobija y al mismo tiempo le sirve de marco. He buscado en conjunto un lenguaje de formas insinuantes y delicadas de corte clásico.